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Foto: Dani Molinero | | | | | | | | | | |
Valentía para afrontar el cambio.
Llegan las vacaciones. ¡Qué
alegría, qué alboroto! Mañana último día de curro;
la tarde amenaza con temporal de terraceo
a base de cerveza fresca y tapeo. Cocktail
emocional con toda nuestra familia social.
Una de Willy Fog: “¡qué bien lo vamos a pasar
en Langkawi!”, “las tortugas de Maldivas no son tan grandes como las de Koh
Tao”, “California es mejor que New York”, “mi primo estuvo en Estambul y menudo
cruce de culturas” y “qué bonita es Croacia … si no fuera por las playas”.
Una de Humor Inteligente: “¿un crucero por el Nilo?,
cerveza caliente y comida fría”, “monsoon; nuevo método de relajación en El
Nido de Las Filipinas”, “souvenirs en
Marrakech de tipo tú querer comprar camello a precio de burro” y “qué bueno el
rodaballo de la montaña palentina”; respuesta: “mejor que tus mejillones de
Budapest”.
Una de Gastroneura: “pisco sour, ají, corvina,
ceviches y el condimento mapuche de Perú”; “tajine aux pruneaux, chorba, couscous
à la viande, y harira de la cuisine
berbère”; “nos vamos a poner finos a Lobster en Hong Kong”, pero sobre todo
“porque comer-comer, cómo en casa en ningún lao”. Y es que ya hasta en New York
intentan emularnos con su International Culinary Center; Broadway Street ya
nunca será lo mismo.
Una de Hammer Experiences: sobrevolar el Salto
Ángel en Venezuela, lanzarse sin frenos desde la cima del Stelvio, escalar las
torres Petronas, avistar un tiburón blanco en el mar rojo, un viaje en Zeppelin
en Friedrichshafen; no limits, conquistaremos
hasta la cumbre del Kilimanjaro.
Y de postre, una de cool: degustación de Dom Pérignon en
Pacha Ibiza, sobremesa en Burj Khalifa de Dubai, concierto belle époque de
Johan Strauss en el Kursalon de Viena o tout simplement un café noir sur la Seine.
Pero sobre todo, una de
Planificación Last Minute: “lata de
Toro Rojo y me planto en Denia en 5 horas”; “tú habla con Fulano para que su
padre nos lleve al aeropuerto a las 5 de la mañana que ya me encargo yo de la
vuelta”; Ellos: “un mes sin afeitado
y ya compraremos la toalla, el champú y la pasta de dientes en destino”; Ellas: “bikini o bañador convencional,
chancletas o sandalias, chaqueta o sweater, crema solar y after
sun, champú y acondicionador, tipos de envases permitidos y peso máximo
permitido en facturación”.
Y ya estamos list@s para
el suculento viaje. Pasaporte en vigor, kit full-equipe
de explorador, mucho tiempo libre y obligaciones laborales aparcadas. ¡Desconexión
total! ¿O cortocircuito?
Desconexión a modo de
gratificación diferida, pastilla del bienestar para el corto plazo, el
ibuprofeno contra los excesos. ¿Volver en Septiembre a las andadas o valentía
para combatir nuestra neurosis
degenerativa? Aplacar los síntomas o minimizar los factores de riesgo. Si
queremos incidir en mejoras sostenibles para el futuro la prescripción será la reflexión;
la terapia avanzada será la meditación, práctica de dimensión superior de
sensualidad galopante.
Vacaciones para buscar la
paz con uno mismo, tranquilidad, armonía, dieta sana y un entorno relajado que inspire
nuestra introspección. Pensemos en mantener lo positivo, las ganas de seguir
aprendiendo, lo que nos motiva y todo aquello que nos procura felicidad. Pero
seamos capaces también de identificar nuestros miedos, los porqués de nuestros
fracasos, los motivos de las desavenencias personales con otros y todo aquello
que nos limita en nuestra progresión profesional y como seres humanos. Fomentar
la autocrítica y reconocer nuestros errores alienta la superación de los mismos
y la mejora personal. Probemos a ser sinceros con nosotros mismos.
¡Nada cambia si yo no
cambio! Emprendamos el proceso de cambio desde el corazón. Es increíble cómo
puede cambiar nuestra vida si somos capaces de cambiar un pensamiento o una
actitud. Cambiemos el enfoque eludiendo la soledad, lo dice un proverbio
africano: si quieres ir rápido camina en solitario; si quieres llegar lejos
vete acompañado y, por supuesto, disfruta del camino. Y si es nuestra
responsabilidad ejercer el liderazgo del equipo, antes de exigir en exceso a
cada miembro individual pensemos en qué podemos hacer nosotros por ellos, qué
podemos aportarles.
Aprovecha el verano para
renovar tu energía corpórea, mental y espiritual e intenta visualizar nuevas
posibilidades creativas. Rompe con los paradigmas y con todo aquello que no te
permita avanzar. Si en el presente somos el resultado de nuestro pasado
aprendamos a ser los arquitectos de nuestro futuro. Y recuerda, los hechos son
tus nuevas palabras. Dani Molinero – Molinesia ©