viernes, 1 de enero de 2016

MINDFULNESS




Cuando aceptas la sombra, se hace la luz.

Foto: Dani Molinero
Os animo a tomaros un día libre para compartirlo en compañía de vuestro propio Ser. Tal vez uno de esos días entre semana dónde no haya nada que hacer, nada que lograr ni un lugar al que ir; tal vez uno de estos días de Navidad, tal vez, tal vez. Calma, armonía, paz, intervalos de ruido y de silencio interior; complejo el propósito de permanecer en silencio, sin hacer nada. El cuerpo anclado y la mente reposando y, tal vez, a ratos protestando. Introspección hacia nuestra esencia, conectarte contigo mismo ahondando en tu conciencia interior con la ayuda de tu respiración; acallando tus pensamientos con amabilidad, estabilizando tus emociones, ajustando el modo contemplativo a todos los sentidos para sentir todo lo que discurre a tu alrededor, sin recelos, sin juicios, sin sentir ninguna obligación por nada. Estarás entonces adentrándote en el mundo de la meditación o atención plena. La simplicidad es el logro supremo (F. Chopin). 

¿Pero en qué consiste la meditación?

No podemos cambiar lo que nos sucede en la vida. Pero podemos cambiar la forma en la que lo experimentamos. Ese es el potencial de la meditación. Se trata esencialmente de adoptar una actitud de atención plena y de bienvenida amable e incondicional a todo lo que emerja en nuestra conciencia. Una forma de ser que siempre te acompañe a través de la respiración consciente. La conciencia es capaz de liberarnos de los elementos tóxicos del dolor, la emoción y el pensamiento. Nos ayuda a establecer un marco de relación más pleno con nosotros mismos. Un espacio íntimo en el que poder refugiarte para nutrir tu cuerpo y mente, que te permita alcanzar un estado de calma, equilibrio y claridad siempre que lo necesites. 

Podemos adentrarnos en ella en modo de introspección, observando nuestras sensaciones corporales (palpitaciones, cosquilleos, hormigueos, sensaciones de adormecimiento, de humedad, sequedad, placer, dolor, etc.) en estado de quietud, buscando intencionadamente no hacer nada y enfocando la llama de nuestra atención hacia nuestro interior. O podemos igualmente meditar de manera extrovertida, realizando una actividad dedicándole toda nuestra atención y haciéndonos uno con ella. Todo ello con sutileza y sin juzgar, silenciando los pensamientos. Quizás concluyas que, sin querer, ni ser consciente de lo que hacías, ya habías meditado alguna vez. Meditar no es abstraerse del mundo, sino más bien todo lo contrario. Implica acercarse a él para poder comprenderlo, intentar seducirlo y, a veces incluso, moldearlo como arcilla de alfarero. Un estado accesible para todo el que quiera cultivar la serenidad y el gusto por la felicidad. Meditar es simple, pero de sencillez compleja.

 
Mindfulness Dancing & Singing - Aurora Aksnes


Concepto Mindfulness

El Mindfulness no es sino la palabra que se ha utilizado para nombrar en inglés a la antigua meditación vipassana, que significa ver las cosas tal y como son en realidad o prestar atención de manera particular, como propósito, en el momento presente y sin juicios. La conciencia tiene la capacidad de liberarnos de los elementos dañinos del pensamiento. Nos ayuda a aceptar hasta lo más inaceptable. Identificarse en exceso o aferrarse a algo es la antesala del sufrimiento; y lo que es peor, a veces contribuimos con ello al sufrimiento ajeno. Todo viene y va; nosotros nos quedamos. El reto final es el de establecer una relación más sabia con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea en nuestras vidas.

Fue así durante este verano de 2015 cuando recibí el primer destello del concepto. Mindfulness, en castellano Conciencia Plena, o Atención plena. Sin apenas intuir que estaba comenzando mi camino hacia la isla Molinesia decidí adentrarme en el concepto, al menos de manera breve, muy escuetamente. Mi síntesis fue de lo menos acertada: una práctica que realizan los monjes tibetanos para vivir en plenitud a base de eliminar el estrés. ¡Pero qué sabrán ellos de estrés, si siempre están sentados! – pensé. Siendo para ellos la manera de eliminar las tensiones y sentimientos negativos que Cuerpo y Mente estén juntos, Él y Ella. De repente creí tener las piernas más rápidas del mundo, ingenuo de mí, me empeñé en poner los pies en el universo, bendita ingenuidad. Y desde allí ajusté el modo contemplativo, dichosa espera. A veces parece que Ella va a venir, que va a mirarlo, que va a regalarle toda su atención; pero no siempre es así y finalmente Él cae rendido de esperarla. De repente Ella se manifiesta sutilmente, le hace una mueca, pasa de largo y se esfuma. La Mente en ocasiones se agobia con el futuro y se enreda con el pasado. Es una caprichosa y por eso, a menudo, llega tarde al Presente. Es por ello que cuando Ella se manifiesta y reclama toda su atención, Él apenas tiene ya energía para escucharla. Pero Él sabe que Ella tiene encanto, y al instante se arrepiente; por eso de inmediato, valiente, decide salir a buscarla de nuevo. A ver si está vez Él es capaz de intuir lo que Ella quiere para así poder traerla a su vera. Mente y Cuerpo siempre juntos, “par ce que c’estoit luy, par ce que c’estoit moy” (Michel de Montaigne). 

Y apenas dos meses después del primer destello, en un tren nocturno Oujda – Casablanca, retomo el término. Diez horas de trayecto darán para profundizar en el concepto. Hace 2.500 años Buddha se empeñó en buscar la manera de liberarse de su sufrimiento. Si su nombre llegó hasta nosotros es porque consiguió su objetivo. A base de aprender a reposar su mente obtuvo un sentimiento duradero de paz y satisfacción. Una vía de alivio para su malestar. Si bien la meditación ya existía previamente, éste se esforzó en divulgar sus beneficios y transmitir su conocimiento; conocimiento por otra parte a menudo asociado a la religión, si bien Buddha ni siquiera era Budista. (Buddha en el idioma pali significa “el que ha despertado”). Ni tampoco es cierto que la meditación sea de origen oriental, ni una técnica moderna; ya por el siglo XVI San Ignacio de Loyola promulgaba el concepto “Age quod Agis” o haz lo que estés haciendo. Es justo reconocer que fue finalmente el psicólogo norteamericano Jon Kabat-Zinn quién concentró sus esfuerzos en promover el concepto a partir de un enfoque más científico y Gracias a ello, Mindfulness se instaló definitivamente en occidente.

Beneficios y práctica

Practicando Mindfulness estamos desarrollando la parte de nuestro cerebro que es capaz de observar nuestros impulsos más viscerales. Observar lo que ocurre con ecuanimidad va a permitirnos permanecer en calma y decidir lo que más nos convenga en cada situación. La mente saltarina se acalla con apenas un par de respiraciones profundas retomando de esta forma de nuevo el equilibrio.

Mindfulness no es una técnica, ni un método, ni un sistema; es más bien una forma de ser. Consiste en adoptar una actitud de tenue ralentización del ritmo de nuestras acciones de manera intencionada, ajustando el modo contemplativo a lo largo del día o en el momento que consideremos oportuno. Un compromiso firme con uno mismo para evitar en lo posible la multitarea y llevar a cabo cada actividad de nuestra vida con dulzura y dedicación exquisita, manteniendo a raya al piloto automático, aislando a la mente saltarina y evitando sus malos hábitos: pensamientos tóxicos, mirar sin ver, oír sin escuchar, comer sin degustar, tocar sin tacto, etc. Puede ser un recurso para combatir la sinrazón de la era de la inmediatez en la que nos encontramos inmersos. Se trata en definitiva de huir de la inconsciencia de la acción desatenta; un cerebro atento es un cerebro feliz.

Estudios científicos han determinado que Mindfulness ayuda a combatir las cinco plagas del siglo XXI: ansiedad, estrés, irritabilidad, insomnio y depresión. Mejora las funciones cognitivas como la memoria, capacidad de aprendizaje o la atención. Fomenta el autocontrol, es útil para tratar adicciones y sus impulsos, mejora la presión arterial y la respuesta del sistema inmunitario. Su práctica continuada produce cambios en el cerebro. Incluso la amígdala, glándula linfática estrechamente ligada a la parte derecha del córtex prefrontal, relacionada con el estrés y el recuerdo de las emociones negativas, disminuye su tamaño y actividad en las personas que ejercitan la meditación Mindfulness.


¿Pero Mindfulness funciona, y en qué medida?

Existen tanto defensores como detractores de la práctica, si bien es cierto que los últimos cuentan cada vez con menos argumentos. Los primeros coinciden. Sólo con el compromiso de la práctica pueden obtenerse los beneficios esperados. Por lo tanto, es mejor un segundo de práctica que una montaña de teoría. Os animo a probarlo. No prometo que inmediatamente vayáis a experimentar la gran iluminación. No obstante, si confío en que a través del ejercicio de manera esporádica sí podáis intuir algunos destellos que os animen a profundizar. Os deseo que 2016 sea un año en el que podáis conseguir que vuestra modalidad por defecto se incline más hacia la atención Mindfulness que hacia la distracción Mindlessness. Las cosas no siempre son lo que parecen. No podemos cambiar lo que nos sucede en la vida, pero sí la forma en la que lo experimentamos. Ese es el potencial de la meditación. Aprendamos a conocernos desde nuestro interior, en silencio, desde el amor, de manera no conceptual, sin palabras. La realidad es un delirio colectivo; no existen las verdades absolutas. Puedes seguir a la manada o esculpir tu propio camino, quitando lo que sobra a la fuerza. Sólo cuando domines tu mente conquistarás tu cuerpo. Sólo aquellos que creen en la magia, la encuentran. Dani Molinero – Molinesia ©

3 comentarios:

  1. Cuánta razón.
    No solemos tomarnos un tiempo para nosotros mismos, vivimos para los demás o planificando nuestro día a día en función de los planes de otras personas.
    Trabajemos nuestro descanso.

    Lo que hablas está muy relacionado con los principios de Productividad.

    Me gusta lo que leo y te animo a seguir construyendo éste Universo Molinesia.

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  2. “Productividad” con uno mismo. O lo que es lo mismo, Bienestar. Eskerrik asko Patxi!!!

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  3. Unai Lopez Ormaetxea2 de enero de 2016, 14:46

    Empezamos fuerte el año compañeros.
    Animaros a seguir utilizando nuestra energía de forma positiva, alejándonos del lado oscuro de la toxicidad.
    Un abrazo

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